El 13 de diciembre de 2011, nuestra antigua Vicepresidenta de Desarrollo Empresarial, Kathy Miller, escribió y publicó la versión original de este blog. Se centraba en sus reflexiones sobre los avances tecnológicos en comunicación y colaboración en la educación a principios de la década de 2010. Incluía ejemplos como «software para compartir escritorio» (aplicaciones como Zoom, Teams y Google Meet en el mundo actual) y «recursos educativos gratuitos» (que ahora sabemos que son sitios de redes sociales como LinkedIn y Twitter).
Ahora, en 2024, está claro que nos encontramos en otro momento crítico de la comunicación, la colaboración y la educación, ya que las nuevas tecnologías impulsadas por la explosión de la IA trastocan los antiguos métodos de enseñanza virtual. Chatbots de IA como ChatGPt, Gemini y Bing son ahora herramientas que pueden ayudar a complementar el aprendizaje, especialmente en la educación de adultos. El panorama de la formación y la educación virtuales ha explotado en popularidad y ha llegado para quedarse.
La tecnología evolucionará exponencialmente en esta era digital, en la que un mundo sin Internet queda muy lejos. No podemos controlar lo mucho o poco que esta tecnología nos ayudará o transformará nuestras experiencias de aprendizaje. Pero por muchos avances tecnológicos que veamos en esta vida, la educación siempre requerirá un toque humano para que los alumnos se sientan vistos, respetados y animados a triunfar.
Lo que sigue es una versión actualizada del blog original, con nuevas versiones de las reflexiones de Kathy para adaptarlas a los tiempos que corren.
En 1963, Gordon Moore, cofundador de Intel Corp., observó el rápido ritmo de desarrollo de la tecnología y predijo que el número de transistores en un chip se duplicaría aproximadamente cada dos años. En las últimas décadas se ha mantenido en general este ritmo de innovación técnica, conocido ahora como «Ley de Moore», que produce el doble de velocidad a mitad de coste.
En educación y formación, los avances también parecen seguir la Ley de Moore. Sólo en los últimos años hemos sido testigos de grandes saltos tecnológicos. La pandemia mundial obligó a los educadores a cambiar rápidamente a un entorno de aula virtual para que los alumnos pudieran aprender desde la seguridad de sus propios hogares. Las aulas siguen adoptando este modelo e incorporando las últimas tecnologías, y resulta especialmente cómodo para la formación continua y los profesionales con agendas apretadas.
Sin embargo, el discurso entre los educadores rara vez gira en torno a la tecnología en sí. En cambio, les preocupa más la colaboración y la comunidad en línea. Cómo crear interacción social, tutoría en línea, fomentar la colaboración, construir una comunidad virtual de práctica y crear una mejor «presencia del instructor» en un aula en línea.
Los instructores y educadores están menos preocupados por la tecnología -que de todos modos será diferente dentro de dos años, según la Ley de Moore- que por mantener la «atmósfera académica», la dinámica interpersonal y la camaradería en el aula. Los detractores de la enseñanza a distancia y del modelo Blended Learning señalan que, al trasladar una parte de la formación a Internet, se produce una reducción perjudicial de la interacción profesor-alumno y alumno-alumno. Esta fue una fuente de mucho debate en la conferencia: cómo pueden los instructores seguir apoyando esas relaciones al tiempo que adoptan tecnologías más eficientes y eficaces.
Fortalecer las relaciones con los estudiantes
He aquí algunas sugerencias para reforzar las interacciones de los instructores en su formación semipresencial:
Domine la tecnología, pero concéntrese en los alumnos. Los alumnos son mucho más propensos a desconectar en un entorno virtual que en uno real. Si usted es el líder del despliegue, el facilitador o el MBB, debe dominar completamente la tecnología elegida para que los alumnos no se distraigan con ella. Por ejemplo, si utiliza con frecuencia software de escritorio compartido como Zoom o Microsoft Teams, tómese el tiempo necesario para aprender a navegar por la pantalla, realizar encuestas, compartir los controles y utilizar la función de chat. Familiarizarse de antemano ayuda a minimizar las distracciones y mejora la experiencia de aprendizaje.
Encuentra todo el material gratuito posible. Averigua cuáles son las mejores aplicaciones para colaborar y compartir, y utilízalas para crear contenidos, hacer y responder preguntas y fomentar las interacciones. Echa un vistazo a plataformas gratuitas como Slack, Discord, Facebook y LinkedIn, y piensa en cómo incorporarlas a las tareas y a la comunicación en clase. Considera la posibilidad de que tus alumnos hagan «teach backs» a través de YouTube para compartirlos con la clase. Este ejercicio es valioso a varios niveles:
- Obliga a los estudiantes a entender el material lo suficientemente bien como para enseñarlo.
- Es más fácil de revisar que un trabajo.
- Crea contenido que puede reutilizarse con grupos futuros.
Muchas plataformas de software también ofrecen “pizarras virtuales » a las que todos pueden acceder y utilizar. Incorpora estas herramientas durante las sesiones en directo para ilustrar conceptos, resolver problemas o recabar ideas de los alumnos.
Dar feedback a menudo. La implementación de herramientas de evaluación en línea como Google Forms permite una calificación instantánea y una buena idea de dónde se encuentra cada estudiante en el proceso de aprendizaje. Utilice estas evaluaciones para proporcionar información personalizada y ajustar sus lecciones según sea necesario.
No huyas de la tecnología, abrázala. Los grandes modelos lingüísticos como ChatGPT pueden resultar desalentadores e incluso aterradores. Aunque pueden servir como herramientas increíblemente valiosas para ayudar a los profesores y a los estudiantes en el aula, es imprescindible anticiparse a las muchas maneras en que sus estudiantes podrían utilizar el software, incluyendo lo malo y lo feo. Piensa en cómo entrenarías a un cinturón que no comprende completamente las habilidades que están reiterando porque tomaron un atajo con esta tecnología. Establecer las mejores prácticas desde el principio le ayudará a aclarar las expectativas de sus cinturones a medida que avanzan en la formación y la certificación.
Involucre a los alumnos gamificando sus lecciones. Integrar elementos de gamificación en tu aula virtual ayuda a aumentar la motivación y la participación de los alumnos. Considera plataformas como Kahoot!, que te ayudan a diseñar pruebas y desafíos, o profundiza con simulaciones que pueden solidificar el conocimiento del material por parte del alumno.
No se limite a fomentar la participación: ¡espérela! Prepare a los alumnos para participar en convocatorias o sitios de colaboración dándoles expectativas firmes de lo que deben demostrar. El uso de herramientas de colaboración como Google Workspace, Microsoft 365 u otros sistemas de gestión del aprendizaje (LMS) es una forma fácil y eficaz de exigir la participación. Cree documentos compartidos, hojas de cálculo o presentaciones en las que tanto los instructores como los estudiantes puedan contribuir cuando sea posible. A continuación, puedes crear foros de debate dentro de esos LMS para animar a los estudiantes a mantener la conversación haciendo preguntas, compartiendo puntos de vista y participando en el aprendizaje entre iguales.
No deje que la tecnología le distraiga
Lo blando sigue siendo lo duro, por muy avanzada que sea la tecnología. La innovación tecnológica continuará, quizá a la velocidad de la Ley de Moore. Pero no podemos dejar que los nuevos y relucientes juguetes tecnológicos nos cieguen a los fundamentos de una instrucción sólida. La forma en que apoyamos a los estudiantes en el proceso de aprendizaje siempre será la aportación más importante a la función de transferencia del aprendizaje.
Independientemente del lugar y de la tecnología, seguiremos instruyendo a los alumnos y esperando que demuestren sus conocimientos. Los estudiantes adultos seguirán queriendo aprender unos de otros y sentir la camaradería de una cohorte. Dependerá de nosotros mantener el ritmo de la innovación en los métodos de enseñanza para que coincida con el ritmo de la innovación tecnológica.
Fuentes y notas:
Este texto fue desarrollado por nuestro aliado MoreSteam.
Blackberry&Cross es aliado de MoreSteam.
(*) Blackberry & Cross realiza ajustes al texto original para mejorar la interpretación en español
Si usted está interesado(a) en temas LEAN Six Sigma, recuede consultar: https://blackberrycross.com/cursos/
Imagen utilizada con permisos y en alineamiento con los términos de uso de canva.com
Leave a Reply