Las métricas en un proyecto de mejora, como parte del control y monitoreo de una tarea o como ayuda de visualización al desempeño puntual de un proceso, pueden ser de gran ayuda.
Algunas veces la métrica seleccionada se expresa en una unidad de medida que solo es útil para el analista, el ingeniero(a), y no para quienes son consumidores de la información.
A continuación algunos principios básicos para seleccionar la unidad de medida de una métrica:
- 1. Piense en el cliente de la información: ¿quién es el usuario de la información? ¿entendería la unidad de medida?
- 2. Disminución del error: ¿hay ciertas unidades de medida más propensas a error? Por ejemplo: es más complejo trabajar en minutos: segundos, que solamente en segundos.
- 3. Alcance y relación con otras métricas: ¿cómo se expresan los costos o ahorros asociados a la métrica? Utilice entonces una unidad de medida coherente. Ejemplo: si la empresa expresa costos en horas, ¿será útil usar minutos? Quizás se buena idea convertir los segundos a minutos, y los minutos a horas, para luego facilitar el cálculo del ahorro.

El(la) Una analista decide en qué unidad de medición presentar los datos, según el cliente de la información:
a. Pregúntese: ¿le serviría a mis jefes saber que ahorramos, por ejemplo, 28 874 minutos?
i. ¿Son los minutos “suficientemente auto-explicativos”? Parece más fácil explicarle a un jefe que ahorramos 481,23* horas que explicarle un ahorro en minutos.
* 28 874 / 60 = 481, 23 horas
ii. Además, ¿qué se calcula como costo estándar las horas o los minutos? Suponga que el costo se calcula en horas, como es común. De seguro el financista tomará los minutos y los convertirá a horas, o le agradecerá a usted por hacerlo.
b. No obstante, la decisión es suya como analista, como encargado(a) de solucionar el problema usted elige que tan amigable es la unidad de medida al entendimiento del problema.
2. Expresar tiempo en semanas:
La división entre 48 solo es válida si el tiempo examinado es semanal. La idea de dividir entre 48 es expresar el tiempo en semanas de trabajo.
Muchas empresas quieren saber cuántas “semanas” de trabajo se han ahorrado. Al asumir una jornada laboral de 48 horas, típica en muchos países de América Latina, al dividir las horas entre 48, se obtiene la cantidad de semanas ahorradas
Ejemplo: 481,23 horas / 48 horas semanales = 10, 02 semanas.
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Original: Sábado 4 de Abril, 2015.
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